lunes, 6 de febrero de 2012

boolino entrevista a Ana Campoy

boolino es el nuevo blog de literatura infantil.- Cuentos, Libros infantiles, Recomendaciones, Lectura infantil, Fomento de la lectura, Actividades, Agenda
Ana Campoy nace en Madrid en 1979, y desde que puede recordar, se siente irresistiblemente atraída por los libros para niños… y para los no tan niños.

Tras una etapa de lectura compulsiva, en la que descubrió su pasión por las historias de misterio y aventuras, se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid. Durante unos años, se dedicó de lleno a la interpretación teatral, a la dirección e, incluso, guión de cortometrajes, actividades que intercaló con diferentes trabajos para cine, prensa y televisión.

Tras especializarse en doblaje y locución, decidió volver al mundo de la letra escrita y cursó la especialidad de Literatura infantil y juvenil, en la Escuela Escritores de Madrid. En la actualidad trabaja como escritora y periodista.

La colección Las aventuras de Alfred & Agatha nace como fruto de sus dos grandes pasiones: el cine y la literatura. Le fascina viajar, charlar en los encuentros con sus lectores y disfrutar de sus amigos… aunque no puede resistirse a dejarlo todo para imaginar nuevos casos de sus jóvenes detectives.


Ana, ¿cómo te defines profesionalmente? ¿Y como persona?


Lo curioso es que ahora mismo no veo diferencia entre una cosa y otra, pues la literatura invade mi vida y mi personalidad. Tengo un Mr. Hide literario que siempre está necesitando recursos para alimentarse, como si necesitara invadir el mundo real continuamente. Es una suerte que sea así, aunque a veces da problemas: cuando te obsesionas con una historia no dejas de pensar en ella, y te vuelves la reina del despiste. Por otro lado, también es divertido trasladar la fantasía a la vida diaria. Así todo se ve de un modo más positivo.
 
¿A quién le debes tu amor por los libros?

A mis padres, completamente. Se encargaban de llevarme todos los domingos a la cuesta de Moyano (un sitio emblemático en Madrid donde hay casetas de compra y venta de libros). Una vez allí, elegíamos un libro, sólo uno, pero con la promesa de volver la semana siguiente. Así aprendí a valorar cada uno de los ejemplares que conseguía semana tras semana.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos como lectora? ¿Qué lecturas fueron las más decisivas en tu infancia?

Fui algo precoz, según me cuentan. Mi padre tiene anotado el primer libro que leí con la fecha de inicio y de fin. Era Aire que me lleva el aire de Rafael Alberti, también otro de poesía de Lorca para niños. Pero lo que más recuerdo de esa época fue una caja enorme repleta de libros que alguien le regaló a mi padre y que trajo una tarde a casa. Para mí fue como una caja de bombones abierta de par en par sin saber cuál escoger. Y poco a poco me fui merendando todo el surtido.
 

Ahí estaban El secreto de la arboleda de Fernando Lalana, Aniceto el vencecanguelos de Consuelo Armijo,  El mago de Oz… Las editoriales de los 80 hicieron un trabajo de edición maravilloso del que nos beneficiamos muchos niños.

¿Y cuáles fueron tus primeros pasos como escritora? ¿Cómo decides o te das cuenta de que quieres escribir?

Como la mayoría de los adolescentes, mis primeros pinitos fueron con poesía y relato corto. En mi instituto se convocaba un certamen literario todos los años y me obligaba a mí misma a escribir para intentar ganar el premio. En aquella época eran 10.000 pesetas, que no era ninguna tontería. Después te das cuenta de que hacer eso te gusta y te lo tomas como una afición, hasta que descubres que es el trabajo más bonito que podrías hacer y decides dedicarle todo tu esfuerzo.

El siguiente paso lógico, debería ser conseguir un editor. ¿Fue una tarea fácil o una aventura? ¿Cómo se consigue llegar a ser una autora reconocida por los editores?


Pues en mi caso supongo que ha sido una combinación entre suerte, trabajo y tesón. Cuando decidí que mi obra era presentable, busqué una agencia literaria que la moviera y por fortuna no pasó mucho tiempo hasta que Edebé se implicó en el proyecto. Aunque he de decir que no es algo habitual. Tengo compañeros muy buenos que luchan cada día por mostrar sus trabajos. Este camino es duro y es imprescindible no perder la ilusión.

¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Cómo consigues crear nuevos personajes, nuevas historias? ¿Qué necesitas para poder plasmar en un texto esas ideas?

Pensar. Pensar mucho. Dibujar. Hacer esquemas. Comienzo con ideas base que se van engordando mientras realizo el trabajo de investigación. Al provenir del mundo del guión, necesito tener clara mi historia antes de ponerme a contarla. Y lo primordial es conocer el final, pues es la brújula que dirigirá todo el libro.

¿Quiénes son Alfred y Agatha? ¿Cómo “nacieron”?

Son Alfred Hitchcock y Agatha Christie de niños. Nacieron gracias a una anécdota real de la infancia de Hitchcock, que fue el punto de partida para desarrollar las novelas. El cine siempre ha sido muy importante en mi vida (yo, de hecho, estudié Comunicación Audiovisual), así que las novelas de Alfred y Agatha han sido un modo de unir mi amor por el cine y por la literatura al mismo tiempo. Su creación ha sido fruto de ese cine de aventuras con el que todos hemos crecido y esas novelas de misterio que nos han enganchado hasta la última página.

Cuando empiezas a escribir una obra o una colección infantil o juvenil, ¿la estás escribiendo pensando en un lector de una franja de edad determinada, o lo primero es la creación literaria y después, una vez acabada, es cuando puedes considerar para qué lectores es más adecuada?

Siempre procuro tener claro el público al que me estoy dirigiendo. La temática de las aventuras de Alfred y Agatha nació inspirándose en la obra y vida de sus protagonistas. Ellos eran los reyes del misterio, cada uno en su campo, y ese era el género que requerían las novelas. Pero antes de escribirlas una se plantea las cosas lógicas que ha de plantearse siempre que comienza un trabajo, da igual la edad del lector: el tono, el narrador, el tipo de lenguaje… Aunque al hablar de literatura infantil siempre hay que tener en cuenta las características del lector. Tenemos que elegir el lenguaje más adecuado para que el receptor comprenda el mensaje. Es algo fundamental.

En boolino estamos convencidos de que tenemos que conseguir que las niñas y los niños lean más, para que se diviertan y, además, cuando sean adolescentes y adultos sigan haciéndolo, y hayan desarrollado más sus capacidades cognitivas. ¿Qué les recomiendas a los padres que quieren que sus hijos sean buenos lectores?

Que les lean. Que generen una rutina diaria en sus hijos. Es un truco muy sencillo. Los niños quieren que sus padres les lean cuentos para poder pasar tiempo con ellos, para prolongar el ratito antes de irse a dormir. Si se les genera ese hábito diario llegará el momento en el que disfruten de la lectura por sí misma, que será una necesidad para ellos, y comenzarán a disfrutar de los libros de manera independiente.

¿Y qué les dirías a los padres que no están preocupados por si sus hijos leen o no, y están más tranquilos mientras les dejan ver la televisión, o jugando con las consolas?

Que sus hijos necesitan la lectura para aprender a razonar. Que son armas que van a necesitar para enfrentarse al mundo, para pensar por sí mismos. Cada historia que un niño lee es una pieza de su armadura.

¿Crees que despertar la conciencia crítica y divertir es conciliable cuando hablamos de literatura infantil y juvenil?

Claro que sí. Cualquier personaje o historia es un modelo, una situación de la que el niño extrae cosas. No estoy muy a favor de los libros con moralina, pero sí creo que el modo de presentar las historias y los personajes genera un poso, una huella, una forma de ver el mundo que se queda en la memoria de los niños.

En un mundo en que la tecnología está avanzando a una velocidad de vértigo, ¿cómo te imaginas el mundo del libro en unos años? ¿Y el del libro infantil para pre-lectores y primeros lectores?


Pues la verdad es que no tengo ni idea. Todo está aún muy en el aire. Pero soy una nostálgica y me encanta el libro en papel. Me gustaría pensar que el libro tradicional sobrevive y lo hace compartiendo espacio con el libro electrónico, que es un aparato muy útil. El ebook tiene muchas posibilidades. El espacio multimedia puede ser una herramienta muy eficaz para el desarrollo cognitivo de los pre-lectores, y creo que estamos aún en los inicios. Nos quedan muchas cosas aún por ver.

Y para acabar, y abusando de la oportunidad brindada, nos atrevemos a pedirte que nos recomiendes algunos libros para conseguir despertar en nuestros pequeños el amor por la lectura.

¡Menuda responsabilidad! Aunque voy a recomendar libros de aquí, de casa. En nuestro país se está haciendo muy buena literatura infantil y necesitamos impulsarla: me gustó mucho Superhéroes de Roberto Aliaga y del ilustrador Roger Olmos. Aliaga es un escritor que está destacando en álbum ilustrado y que tiene calidad. Luego, para proseguir tras Alfred y Agatha, los libros de la serie de Flanagan, de Andreu Martín y Jaume Ribera, que son ya un clásico, y por último, la colección de Clara´s Secret de Javier Fonseca García-Donas, que es un autor fantástico, además de magnífico poeta.

Y por último voy a hacer una recomendación muy especial, y es El viaje del polizón, un libro de cuentos ilustrados que se presenta este mes y que ha impulsado la Asociación Española de Niños con Cáncer (ASPANION). Nuestros mejores autores han aportado su trabajo desinteresadamente, y no sólo es un libro que apoye una buena causa, sino que además es una panorámica completa de la literatura que se está haciendo en nuestro país.

Muchísimas gracias por tu tiempo y atención, y desde boolino te ofrecemos un espacio para compartir inquietudes y conocimientos con nuestros seguidores cuando quieras.

 

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