La Asociación Española de Fundaciones dijo de él que Germán Sánchez Ruipérez era "ejemplo de mecenas cultural de nuestro tiempo" y Fernando Lázaro Carreter que "nada ha escapado al designio de Germán Sánchez Ruipérez de mediar entre el público y la cultura en su sentido más amplio". Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y exdirector de la RAE señaló que: "No es momento de recordar todos los pasos. Sí de decir que cuando se desprendió del negocio editorial no terminó la vida de este hombre realista soñador. Llevaba tiempo gestando en su mente el proyecto de la fundación y la soñó tan grande y activa que un día llegó a decir: ‘Anaya será una anécdota en mi vida’. Camino va de ello".
Germán Sánchez Ruipérez estuvo toda su vida trabajando y luchando por la lectura, por su fomento, por crear ese hábito que, con el tiempo, te aporta no solo conocimientos e imaginación, sino mucha diversión y placer. Se nos va un lector, un creador de un mundo único como es la editorial Anaya y su fundación en Salamanca.
Por toda esa labor realizada durante setenta años, le debemos continuarla: ayudar a los padres y madres, a toda la familia a crear ese gusto por la lectura en sus niños, a disfrutar de ese momento único que te aporta un cuento leído en familia, en la escuela, en la biblioteca, en la librería y, por qué no, en el parque, en la playa, etc.
Tenemos que cuidar su legado y luchar por hacerlo más grande, lleno de imaginación, de fantasía, de ilusiones… de lectura.
Hasta siempre…
Ade Cabo
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